Fuente : AEGE
19/07/2013
La gran
industria intensiva en consumo eléctrico considera inasumible la Reforma
Energética, ya que supone una pérdida irreversible de competitividad. AEGE,
asociación de empresas con gran consumo de energía, ofrece al Ministerio de
Industria un diálogo constructivo para lograr un precio de la energía eléctrica
competitivo.
La gran
industria electrointensiva comparte los objetivos de la reforma del sector
energético, que son eliminar el déficit de tarifa y lograr un precio de la
electricidad competitivo. Sin embargo, hasta ahora, el resultado ha sido un
incremento de la factura eléctrica del consumidor industrial (subida del precio
en el mercado diario mayorista, subida de peajes de acceso a redes, impacto de
las medidas fiscales para la sostenibilidad energética). Como resultado la
diferencia de precios en España respecto a la Unión Europea alcanza máximos
históricos, suponiendo un diferencial de 10 €/MWh. Esta diferencia provoca una
pérdida de competitividad irreversible y es inasumible por la industria
española al no poder repercutirla sobre los precios.
El mayor
impacto no obstante, puede producirse por la propuesta de Orden por la que se
regula el mecanismo competitivo de asignación del servicio de gestión de la
demanda de interrumpibilidad (SGDI). Propuesta que, de aprobarse en los
términos actuales, significaría el cierre de un importante número de centros de
producción y la pérdida de miles de empleos.
Como ya
hemos manifestado en repetidas ocasiones, el SGDI es el seguro del sistema y la
última herramienta de la que dispone el Operador del Sistema para evitar
apagones. Su retribución actual es inferior a la máxima alcanzada en la década
pasada y no es el causante del déficit de tarifa, que tiene otros orígenes
sobradamente conocidos.
La
propuesta de Orden plantea un mecanismo de asignación y unos requisitos, que
deben ser analizados con los proveedores del servicio, conocedores de sus
fábricas y procesos, y que han venido prestando el servicio desde los años 80
con resultados exitosos cada vez que se ha requerido.
AEGE
reclama la necesidad de elaborar con el ministerio y con el operador del
sistema el diseño del nuevo modelo de gestión de la demanda, donde se
contemple, tanto la prestación del servicio de interrumpibilidad, como el de
modulación, prestados ambos conjuntamente en el vigente SGDI. AEGE considera
que el nuevo esquema propuesto debe ser modificado ya que afecta negativamente
a la competitividad de la industria básica electrointensiva en España.
Para que
no quede ninguna duda, el paso a mercado del servicio de gestión de demanda de
interrumpibilidad se presenta como una medida de recorte de los costes regulados
(200 millones de euros), desconociéndose su impacto a los actuales proveedores
del servicio. Estos también verían cambiadas así sus reglas de juego, que les
incentivaron a realizar cuantiosas inversiones en sus fábricas, sin que
previamente estuviera garantizado el pleno desarrollo del mercado interior de
la energía en Europa, que en España pasa, entre otros asuntos, por incrementar
su capacidad de interconexión con Francia como mínimo hasta el 10% como
propugna la Comisión Europea.
La
industria básica electrointensiva, que usa la electricidad como materia prima,
compite en mercados globales y no tiene garantizada la venta de sus productos
que están sometidos a competencia, ni la rentabilidad razonable de sus
inversiones. No se entiende que su consumo de energía eléctrica se vea
nuevamente penalizado con esta propuesta de Orden que afecta directamente a la
única herramienta que permitía un cierto alineamiento de precios con nuestros
competidores europeos.
Lejos está
la industria española de sus competidores alemanes y franceses en cuanto al
tratamiento dado en impuesto eléctrico, peajes de acceso, otros costes
regulados, contratación bilateral de energía, etc.
En este
escenario, en el que el Ministerio de Industria ha destacado reiteradamente la desventaja
de la industria española por el alto precio de la energía, ha hecho suyo el
objetivo de la Unión Europea de alcanzar un 20% de participación de la
industria en el PIB y ha hecho repetidas veces profesión de sensibilidad
industrial, AEGE pide el desarrollo de un modelo energético que fomente la
productividad de la gran industria española.
Sin duda,
la primera etapa es la modificación de la propuesta del mecanismo de gestión de
demanda de interrumpiblilidad, que en nuestra opinión genera una gran
incertidumbre a todas las partes (operador del sistema e industriales
proveedores del servicio) en cuanto a su aplicabilidad y remuneración.
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